El juego del macizo y el vano como elemento principal del proyecto, la Casa VE se presenta como la fusión entre ambos, una integración que no puede entenderse uno sin el otro. La utilización del concreto aparente como el macizo, aporta el carácter necesario al proyecto, estableciendo el concreto como protagonista y otorgándole personalidad a la vivienda. El vano entendido en las ventanas estableciendo un ritmo, el patrón utilizado en el diseño de los ventanales a doble altura.

La vivienda se enclava en uno de los fraccionamientos de lujo de la ciudad de Villahermosa, con las restricciones propias del mismo, en un lote irregular en su fachada puesto que se trata de un lote en esquina que cuenta con colindancia en longitud curva hacia la calle de acceso. El esquema en planta salva las restricciones en fachada principal y posterior, planteando gran parte del desarrollo de la vivienda en el sentido longitudinal, otorgando una libertad al centro de la vivienda para lograr esa amplitud solicitada por los clientes para las áreas comunes.

El acceso queda presentado por la composición en el vestíbulo, un gran espacio a una sola altura rematado con un muro de concreto aparente, una base de mármol negro que delimita una jardinera y que además hace las veces de primer escalón para el inicio del primer tramo de la escalera, aunado al juego en tonalidades grises en los acabados, hacen de éste espacio una perfecta bienvenida. A partir de este punto se propone una apertura espacial y visual, creando el espacio más emblemático de la vivienda, la sala – comedor – terraza se juntan en esta mezcla entre el interior y el exterior, un juego en el espacio con la doble altura de la sala – comedor, el balcón de la escalera y la apertura visual hacia la terraza, misma que se consolida con el desplazamiento de los grandes ventanales que lo delimitan, logrando un gran espacio con amplitud visual y física.

Los espacios abiertos de la vivienda permiten que fluya la luz y la ventilación de forma natural, para resaltar el muro de concreto aparente a doble altura se plantean unos domos que bañan de luz natural el espacio, jugando con los claro obscuros de las sombras según el recorrido del sol durante el día.
El juego entre el concreto aparente, el vidrio, los perfiles metálicos y los tonos grises en acabados que pueden dar idea de una arquitectura industrial, se mezclan cuidadosamente con toques en madera para generar un ambiente más cálido, además del uso de la madera en el mobiliario y puertas, se plantea en muros chapados y en celosías.